JAY WEAVER Y ENRIQUE FLOR
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En el 2010, mientras investigaba los pormenores de la “industria bancaria fantasma’’ de Hialeah, la fiscalía federal le preguntó a Julio Robaina, entonces alcalde de la ciudad, sobre algunas alegaciones donde se decía que había cobrado exorbitantes pagos de interés por más de $1 millón en préstamos que hizo a amigos y conocidos.
La respuesta de Robaina: eso no es verdad.
El jueves, sin embargo, las palabras de Robaina salieron a relucir en su contra, cuando un jurado federal de instrucción lo encausó a él y a su esposa por conspirar para evadir el pago de impuestos a la renta, hacer préstamos con tasas estratosféricas, no reportar pagos secretos de dinero que recibió en efectivo y mentirle a las autoridades federales.
Robaina hizo sus declaraciones a la fiscalía en agosto del 2010, en medio de una infructuosa campaña para aspirar al cargo de alcalde del Condado Miami-Dade.
Robaina, de 47 años, y su esposa Raiza Villacis Robaina, de 39 años, propietarios de dos compañías de préstamos, están acusados de recibir una cantidad no revelada de pagos al contado como interés en préstamos personales que le hicieron a amigos, entre ellos Luis Felipe Pérez, hallado culpable de un esquema Ponzi. Los préstamos se repartieron como parte de un sistema bancario informal que funcionaba sin ser detectado en Hialeah.
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